Ya hemos hablado en otras ocasiones de que la movilidad eléctrica ya es un presente y no un futuro. Cierto es que queda mucho camino por recorrer, pero ya estamos en él. La mayoría de los fabricantes ya están inmersos en el desarrollo de la tecnología eléctrica para todos sus vehículos.
En el mundo del motorsport sucede exactamente lo mismo. La competición es un reflejo del futuro más inmediato de la industria del automóvil. Y es que, ¿Cuántas competiciones han nacido ya de la mano vehículos eléctricos? Hablamos, entre otras, de la Fórmula E, Copa E-Rally de regularidad, Campeonato de España de Energías Alternativas o WEC. Competiciones de primer nivel en categorías mundiales.
Este es el inicio, y especializarte en un sector que sabes a ciencia cierta que va a ser una realidad, te convierte en un experto de la materia antes del boom. El crecimiento y desarrollo en el camino será más longevo.
El hecho de que todos los pilotos tengan la misma unidad de potencia, el escenario de la competición pasa a ser igual para todos. Prevalece el pilotaje y no el equipo mecánico que lleve cada uno.
¿Por qué? Adentrarte en el motorsport eléctrico es sinónimo de conciencia social, de sostenibilidad y de preocupación por el medio ambiente.
Y por si fuera poco, las marcas más grandes del sector del automóvil ya se han pasado a este lado. BMW, Volkswagen, Mercedes, Renault, Audi, Tesla o Ford son, entre otros, algunos de los fabricantes de primer nivel que han desarrollado e impulsado motores eléctricos para automóviles de movilidad ciudadana y para el motorsport.